martes, 1 de mayo de 2012

Renacer-el cielo es el límite

RENACER.-

Cuando al águila se le tuerce el pico y las uñas se volvieron tan largas y flexibles, que no puede sujetar a las presas de las cuales se alimenta, es que ha vivido su primer ciclo de 40 años. Es el momento de tomar una decisión: 1.- ¡Morir!    2.- ¡Renovarse!
Si la decisión es vivir 30 años más, entonces entra en el proceso de ¡Morir para vivir!. Esto quiere decir que debe recluirse en la montaña por 150 días para ¡RENACER!

Ese proceso consiste en  recogerse en un nido, próximo a un paredón, en donde se sienta segura y protegida. Allí comienza a golpear la roca con el pico hasta -arrancarlo-. Luego espera que le nazca un nuevo pico con el cual espera arrancar sus inservibles uñas viejas.

Cuando las nuevas uñas comienzan a crecer. Ella desprende una a una sus viejas y sobrecrecidas plumas. Y recién después de esos largos y dolorosos 150 días  de dolor heridas, cicatrizaciones y crecimiento logra realizar su famoso vuelo de renovación, renacimiento y festejo para vivir otros 30 años más.


En nuestra vida también nos toca vivir procesos de reconversión, no importa si nos merecemos o no. Si Dios así lo dispuso, por algo será. Tenemos que resguardarnos por algún tiempo, meditar largamente y someternos a grandes sacrificios de desprendimiento, para desarrollar los cambios (de modo semejante al del águila), y luego ser capaces de recomenzar nuestra vida con nuevos bríos, esperanzas y con la certeza de cosechar abundancia espiritual y material. Porque el ser humano ¡nació para triunfar!, porque es hijo de Dios, hecho a  su imagen y semejanza y si toma conciencia de su divinidad y de su poder, nada ni nadie podrá derrotarlo.

Durante ese tiempo, reflexionaremos sobre los pesados recuerdos; remordimientos o culpas, malos hábitos, costumbres y prejuicios que nos causaron dolor. O simplemente avanzarán en su lucha de morir al pasado para vivir una vida de sacrifico y gloria juntas, para llegar de nuevo a la casa del padre.

Haremos hincapié en aquellos que no nos dejaban vivir, ni permitían surgir nuevos valores, ni que aprendiéramos todo lo que es útil para los nuevos tiempos, y mucho menos: volar, tenemos que aprender a volar, estamos en la era de acuario en donde los seres de luz debemos ser los guías para que comience la paz, el amor,  la realización y la evolución del alma.


"Solamente siendo libres del peso del pasado, podremos aprovechar el valioso resultado que una renovación siempre nos trae” .

Jesús Vintimilla Ulloa.

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